En la apacible y muy preciosa ciudad de Chiclayo / Perú, se cumplía
un año más de vida del Sr. Alfredo, la música, bebida y el baile estaban a la
orden del día. La fiesta era para todos y la alegría y diversión estaban a la
orden del día.
Entre tragos y botellas, una señora se acerca a la ventana y
divisa como un ladrón estaba robando a una chica, situación que llego a los
odios del Señor Alfredo y este sin medir palabras entro a su habitación y comenzó
a bajar las escaleras de la casa.
En ese preciso momento, el sobrino se disponía a
acompañarlo, ya que el tío Alfredo bajaba solo con las intenciones de enfrentar
a esos ladrones, y en el estado que estaba podría pasar un mal momento.
Cuando el sobrino llego a la puerta miro como el tío Alfredo
estaba casi acercándose a los ladrones y estos eran dos jóvenes que ni se
inmutaron de su presencia; el gritaba muy fuerte que dejen a la chica y ellos
ni caso le hacían.
Ya cuando estuvo cerca de ellos, se metió la mano en la
parte posterior de su pantalón y saco un arma, plateada, cañón largo y se
desató esta dialogo.
Tio Alfredo: les dije que dejaran tranquila a la muerda,
mierdas..!!
Ladrones: señorcito por favor tranquilo ya nos vamos,
Tío Alfredo: hoy los mato a cachazos,
El sobrino: Tío mátelos, metales un plomazo.
Ladrones: yara vago, no te peques, ya nos vamos tío tranquilo.
Tío Alfredo: no sobrino yo los mato a cachazos.
Ladrones: señorcito por favor tranquilo ya nos vamos,
Tío Alfredo: hoy los mato a cachazos,
El sobrino: Tío mátelos, metales un plomazo.
Ladrones: yara vago, no te peques, ya nos vamos tío tranquilo.
Tío Alfredo: no sobrino yo los mato a cachazos.
Los ladrones se alejaron lentamente y luego comenzaron a
corres tan rápido que uno dejo una gorra y el otro un zapato, el tío Alfredo no
contento con esto siguió el camino por donde los ladrones se habían huido.
En eso se acercaron dos tipos corpulentos fumando un cigarrillo, pero el tío Alfredo no entendía nada y minimizo los cuerpos corpulentos y la zona oscura por dónde venían los tipos con pintas de vagos.
El tío Alfredo los encara diciendo: oigan este es mi barrio
y no quiero que ninguno de usted vengan por acá a robar, están advertidos… los
chicos ni caso le hicieron y hasta atinaron a levantarle la mano en señal de no
importarle lo que habían escuchado.
Nuevamente se armó este dialogo.
Tío Alfredo: en un achaque de cólera saco el arma y les volvió a decir: oigan este es mi barrio y no quiero que ninguno de usted vengan por acá a robar, así díganle a eso que han robado por acá…
el sobrino: Tío Alfredo metales un balazo,
Tío Alfredo: no sobrino, yo los mato a cachazos
Los vagos: yara tío, no se malee, ya nos vamos, tranquilo tío.
Tío Alfredo: en un achaque de cólera saco el arma y les volvió a decir: oigan este es mi barrio y no quiero que ninguno de usted vengan por acá a robar, así díganle a eso que han robado por acá…
el sobrino: Tío Alfredo metales un balazo,
Tío Alfredo: no sobrino, yo los mato a cachazos
Los vagos: yara tío, no se malee, ya nos vamos, tranquilo tío.
Habiendo resulto el problema regresamos muy machos a la
casa, comentando y riéndonos de los sucedido. Ya estando en la puerta el
sobrino le pregunta al tío Alfredo…
Tío porque no les metió un balazo a esos ladrones y vagos.
A lo que el tío Alfredo responde: es que esta pistola no tiene balas sobrino plops -.-¡!
A lo que el tío Alfredo responde: es que esta pistola no tiene balas sobrino plops -.-¡!
NUNCA ESA PISTOLA TUVO BALAS, POR ESO DICE QUE LOS MATABA A
CACHAZOS (parte posterior de la pistola llamado culata o cacha)… increíble pero
cierto jajajajajajajajajaja